Botica Francesa de Matanzas, Museo del Año 2018

Botica Francesa de Matanzas, Museo del Año 2018

16 may. El Comité Cubano del Consejo Internacional de Museos (ICOM) declaró hoy como Museo del Año 2018 a la otrora Botica Francesa de Ernest Triolet, hoy Museo Farmacéutico de Matanzas. El reconocimiento, otorgado por primera vez en Cuba, reconoce entre estas instituciones a la más destacada por el trabajo integral y sostenido en su desempeño, el valor, la protección y manejo de sus colecciones y en la comunicación patrimonial con la comunidad.

Durante acto dedicado al Día Internacional de los Museos -que se conmemora cada 18 de mayo- José Linares, presidente del ICOM en Cuba, afirmó que el futuro de la tradición está asegurado en la antigua Botica Francesa, que se caracteriza por la permanente preservación y respeto a valores cada vez más enaltecidos.

Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba, expresó que el Premio otorgado rinde homenaje al trabajo del equipo profesional del museo, mientras que Marcia Brito, directora de la institución, comentó que el recibimiento del Premio compromete mucho más a su colectivo.

Fundada en 1882 por el francés Ernest Triolet y el cubano Juan Fermín Figueroa, la Botica Francesa revolucionó las rústicas y tradicionales droguerías de entonces, pues desde sus comienzos contó con los más modernos equipos para manufacturar medicamentos. El 1ro de mayo de 1964 fue convertida en Museo Farmacéutico, primero de su género en Latinoamérica, y el único creado en el siglo XIX que se hoy se conserva en su totalidad, fuera de Francia.

Hoy, la muestra del Museo Farmacéutico incluye: una bellísima colección compuesta por miles de frascos de cristal y porcelana policromada, en los que se preservaban los productos comercializados al menudeo; medicamentos originales de la época resguardados en sus frascos; las primeras ámpulas utilizadas para sueros;  fórmulas originales de medicinas aplicadas en los siglos XIX y XX, y un valioso repertorio de etiquetas, entre otras singulares piezas museables.

Mantienen su integridad las estanterías, la biblioteca, implementos para la producción artesanal de medicamentos –destiladoras, hornos, alambiques, balanzas, retortas, moldes–; artísticos gaveteros, la mesa dispensarial, y el laboratorio –perpetuado tal como lo concibiera su creador.

Visitado por centenares de turistas, principalmente franceses, adentrarse en el Museo Farmacéutico de Matanzas es trascender las fronteras del tiempo. Patrimonio de Cuba desde el 2007, Premio Nacional de Conservación al siguiente año e inscrita en el programa Memoria del Mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), esta exposición se incluye entre los sitios de obligada visita en esta ciudad conocida también como “la Atenas de Cuba”.