Flamencos rosados retornan a su hábitat en Jardines del Rey

Flamencos rosados retornan a su hábitat en Jardines del Rey

13 feb. En el destino turístico Jardines del Rey, la fauna afectada el pasado año por el huracán Irma ocupa de nuevo su espacio, específicamente en los cayos Coco y Guillermo, donde cuentan con alimento y áreas para su reproducción.

Aunque uno de los plumíferos muy dañados fue el flamenco rosado, según muestreos recientes se avistan animales de diferentes tamaños en el área sur de la reserva ecológica Centro-Oeste de Cayo Coco, lugar de preferencia de esa ave.

Allí, en su medio permanente vive una gran colonia de la carismática ave, devenida símbolo de esta cayería enclavada al norte de Ciego de Ávila, a aproximadamente 400 km de La Habana. Conocidos científicamente como Phoenicopterus ruber, estos animales son omnívoros y se alimentan de insectos, crustáceos, moluscos, invertebrados marinos, semillas y algas de las aguas poco profundas.

Las lluvias ocurridas en la región en los meses recientes han beneficiado los ecosistemas de la zona, y ahora existen todas las condiciones para su subsistencia de los flamencos y el desarrollo de su ciclo reproductivo, que será de abril a junio. Antonio García, biólogo del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros de Cayo Coco, señaló a la prensa que continúan los chequeos del programa de manejo y los monitoreos para la conservación de la especie.

Asimismo en los controles se ha observado el retorno de muchas variedades de aves, tanto migratorias como endémicas de la zona, y mediante su canto característico se ha registrado la presencia del víreo de las Bahamas, la mariposa galana, la bijirita chica, el títere playero, el sarapico blanco y otros, precisó.

Los cayos del norte avileño pertenecen al archipiélago Sabana-Camagüey, forman parte de un corredor de aves migratorias y sobresalen por la biodiversidad de la avifauna.

En ese entorno viven unas 230 variedades de aves terrestres y marinas (más del 60% de las registradas en Cuba) lo cual resulta un recurso natural muy apreciado por los visitantes extranjeros que disfrutan del polo de recreo.