Timbalaye 2017: explosión rumbera en la Mayor de las Antillas

Timbalaye 2017: explosión rumbera en la Mayor de las Antillas

10 ago. Una nueva edición del Festival Internacional La Ruta de la Rumba “Timbalaye” sesionará en Cuba del 18 de agosto al 1ro de septiembre, anunciaron los organizadores hoy en conferencia de prensa.

El evento, ya en su cita número 9, celebrará especialmente la declaración de la rumba como Pa­trimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el pasado año, con un apretado programa de actividades en varias provincias del país. Así lo expresó Irma Castillo, quien preside el comité organizador junto a Ulises y María Elena Mora.

La reunión arrancará en la localidad habanera de Regla, para luego seguir camino por Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Santiago de Cuba, Guantánamo y retornar nuevamente a la capital del país, donde finalizará en el Salón Rosado Benny Moré de La Tropical.

Durante la parada en La Perla del Sur, los participantes de La Ruta de la Rumba 2017 llegarán a la vecina Santa Isabel de las Lajas, para rendir homenaje a Benny Moré mediante una peregrinación hasta el cementerio local, donde descansan los restos del Sonero Mayor.

Además de las actividades músico-danzarias, el programa del evento anuncia actividades en Casas de Cultura, paneles teóricos, presentaciones de libros y revistas, clases de rumba, ceremonias, conversatorios sobre el proyecto Timbalaye, así como encuentros con íconos de la manifestación.

Dentro del talento artístico destacan las agrupaciones rumberas Yoruba Andabo, Clave y Guaguancó, Osaín del Monte, Afrocuba, Ochareo, Rambávile, y Rumbaché, entre otras, a las que se unen los conjuntos folclóricos de Trinidad y Ciego de Ávila, la Compañía Camagua, el grupo Maraguán, y el Ballet Folclórico de Oriente.

Catherine Muller, directora general de la Oficina de Cultura para América Latina y el Caribe de la Unesco, destacó la importancia de Timbalaye, por ser una vía para asegurar que la rumba sea “un patrimonio vivo, participativo y que evoluciona”.

“Consideramos a esta manifestación como una expresión de resistencia e identidad nacional a la que queremos dar seguimiento tras su declaración como Patrimonio de la Humanidad, porque es también una muestra de orgullo compartido y de la riqueza del patrimonio cultural de la Isla” señaló la representante de ese organismo internacional.