Reconocen como Monumento Nacional al Cristo de La Habana

Reconocen como Monumento Nacional al Cristo de La Habana

6 nov. El Cristo de La Habana, uno de los símbolos que identifican esta ciudad y la obra más emblemática de la escultora cubana Jilma Madera, fue declarado hoy Monumento Nacional.

En la pieza de más de 20 metros de altura, Madera utilizó más de 300 toneladas de mármol de Carrara. Es una estatua con vigor, firmeza humana y con los pies en la tierra, dijo la escultora cuando se inauguró el 25 de diciembre de 1958.

Para otorgar dicha condición, las autoridades de la Comisión cubana de Monumentos tuvieron en cuenta los excepcionales valores artísticos de la pieza, la cual ha devenido ícono del paisaje de la bahía habanera y tiene un importante arraigo en la identidad popular capitalina.

Asimismo se valoraron el emplazamiento del Cristo en un espacio público de admirable belleza, con vistas privilegiadas de la ciudad; y la calidad del proceso de restauración que le devolvió su esplendor original.

El Cristo está ubicado a 50 metros sobre el nivel del mar, exactamente en la Loma de la Cabaña, a la entrada de la bahía habanera.

Aunque existen varias esculturas de su tipo en el mundo, la imagen habanera tiene características singulares, entre ellas: sus facciones, que muestran el mestizaje propio de la nación caribeña; su vestuario y calzado, donde destacan las cubanísimas chancletas; y su base, que guarda encerrados periódicos y monedas de la época, desde el momento de su montaje. El Cristo de Habana está considerado, además, la mayor escultura al aire libre salida de las manos de una mujer.

Igualmente en sus cercanías que desde lo lejos —porque su ubicación permite divisarla desde varios puntos de La Habana—, infinidad de personas, cubanos y extranjeros, creyentes y no creyentes, admiran a una de las piezas más importantes del extenso y variado repertorio escultórico-monumental en la Mayor de las Antillas.