Las polimitas, una joya natural de Cuba

Las polimitas, una joya natural de Cuba

20 feb. En materia de biodiversidad, la región del Caribe se reconoce a nivel internacional como uno de los escenarios más variados. Cuba no está fuera de esta distinción, y tanto sus ecosistemas terrestres como los acuáticos albergan especies de gran belleza y valor medioambiental.

Entre ellas se cuentan los moluscos del género Polymita, caracoles endémicos de la isla y considerados los más bellos del mundo, a los cuales viajeros y habitantes de Cuba se refieren, simplemente, como “las polimitas”. Estos animales, cuyas conchas deslumbran con su gran variedad de colores, se localizan en las regiones más boscosas del oriente cubano, especialmente en los municipios de Baracoa y Maisí de la provincia de Guantánamo, aunque también pueden hallarse en zonas colindantes del propio territorio y del vecino Holguín.

Los naturalistas reconocen la presencia de seis especies de polimitas. En el caso de la Polymita picta, la de coloraciones más vivas, está considerada el Caracol Nacional de Cuba.

Estos organismos han devenido patrimonios locales, no solo por su vistosidad conocida en todo el orbe, sino también por su función de control biológico de hongos y líquenes perjudiciales a las plantas. Según estudios, bastan cuatro polimitas adultas sobre una planta de café para mantener sus hojas libres de hongos. Seis u ocho cumplen igual función en un árbol de guayaba.

Sin embargo, un reciente monitoreo realizado por científicos cubanos reporta el peligro de extinción de la Polymita sulphurosa, al contabilizar los pocos ejemplares de esa especie que quedan en la región montañosa de Sagua de Tánamo y Moa, en Holguín. La marcada microlocalización de la también llamada “polimita color azufre” y su relativa baja capacidad de dispersión determinan, entre otros factores, que sus poblaciones se hayan reducido considerablemente en los últimos años, según expertos de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre.

La recolección ilegal de sus conchas para traficar con ellas o fabricar objetos artesanales es uno de los factores que más ha incidido en la disminución de las poblaciones de polimitas. Cuba aplica desde hace años un programa de manejo para el mantenimiento de la especie, en el marco legal de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna Silvestre (CITES). Asimismo, se prohíbe y sanciona la compraventa de cualquier artículo realizado con partes de este caracol o sus ejemplares vivos, cuestión que deben conocer todos los visitantes.

A este factor de riesgo se suma la pérdida o transformación del hábitat natural, la introducción de plantas y animales exóticos que compiten por su entorno, y en los últimos tiempos el cambio climático, causante de la reducción de las lluvias y el aumento de las temperaturas.

Las polimitas tienen hábitos arborícolas, se alimentan de hongos y líquenes y son sensibles a los cambios de humedad, luminosidad, temperatura y salinidad del ambiente, por lo que no han podido adaptarse a otros territorios. Se consideran el símbolo de la fauna en la zona de Baracoa, y en toda Cuba se les aprecia como un hermoso exponente de la naturaleza isleña.

 

Comentarios

El 21 de Febrero de 2024 a las 22:22 eduardo olazabal viñas comentó:

En nuevitas hay polimitas

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