Artesanía tradicional, un sello distintivo de Trinidad en Cuba

Artesanía tradicional, un sello distintivo de Trinidad en Cuba

21 sep. Trinidad, villa situada en el centro sur de Cuba, celebró cinco años desde su declaración como Ciudad Artesanal del Mundo, un reconocimiento que otorga el Consejo Mundial de Artesanías (World Crafts Council o WCC).

Fundada en 1514, Trinidad ostenta una larga tradición artesanal, en la que destacan actividades como la cerámica, las labores de aguja y la manufactura del yarey.

El expediente para proclamar a la urbe como Ciudad Artesanal fue elaborado con la participación de expertos del Fondo Cubano de Bienes Culturales, la Oficina del Conservador de la ciudad y otras instituciones. En el año 2018, Trinidad se alzó con este título, que fue entonces el primero otorgado a una ciudad de Cuba y del Caribe.

Un recorrido por sus calles, plazas e incluso por el cercano Valle de los Ingenios, permite a los viajeros explorar talleres de alfarería, visitar puestos donde se elaboran sombreros, bolsas y carteras con las fibras vegetales provenientes de las palmas, o asomarse al mundo mágico de los bordados, los calados en tela, la encajería y el tejido a crochet. Igualmente, están muy presentes manifestaciones como la orfebrería, la bisutería y la escultura.

Varios proyectos comunitarios apoyados por las autoridades locales salvaguardan e impulsan estos saberes. Entre ellos, sobresalen nombres como “Entre hilos, alas y pinceles” liderado por la artista Yudit Vidal; “Entre Agujas”, de la Oficina del Conservador de Trinidad; y “Urdimbre” que tiene como sede al antiguo Palacio Brunet, hoy Museo Romántico de la ciudad.

Este legado que perdura a través de cinco siglos le valió también a Trinidad el título de Ciudad Creativa de la UNESCO en la categoría Artesanía y Artes Populares en 2019; precedido por el reconocimiento a su condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988.

Considerada una de las primeras villas establecidas en la Isla por los colonizadores españoles, numerosos turistas nacionales y extranjeros llegan cada año a esta localidad, una de las mejor conservadas del Caribe, para disfrutar de su riquísimo patrimonio cultural, histórico y natural.