Gibara y sus encantos brillan en el Oriente cubano

Gibara y sus encantos brillan en el Oriente cubano

27 sep. Gibara, villa situada a unos 33 kilómetros de la ciudad de Holguín en el Oriente cubano, une la preservación del patrimonio a su atractiva geografía y sus valores históricos. Tal combinación hace de esta urbe un interesante destino para viajeros de todo el mundo.

Como fecha de su fundación se acepta el 16 de enero de 1817, debido a que fue este el momento en que se colocó la primera piedra del Fuerte de San Fernando -actual Batería de Fernando VII- En la actualidad se conservan fragmentos del muro y los fortines de esta construcción militar, desde donde es posible disfrutar de unas encantadoras vistas de la ciudad.

Algunos expertos refieren que el nombre “Gibara” deriva de jibá, palabra indígena que da nombre a un tipo de árbol muy abundante en la zona; para otros procede de jíbaro, término de de origen indio y que significa rústico e indomable.

No obstante, el color de las fachadas de sus casas, junto a la presencia de numerosos crustáceos que deambulan desde los bosques al vecino mar, le han valido a Gibara el sobrenombre de “la Villa Blanca de los Cangrejos”.

La villa une en sí numerosos atractivos naturales y urbanos. Entre estos últimos, su centro histórico fue declarado Monumento Nacional en el año 2004 y es el conjunto arquitectónico colonial más importante en la provincia de Holguín. Además, ha sido propuesto como Patrimonio de la Humanidad. Igualmente, Gibara fue incluida en la Red de Ciudades Patrimoniales de Cuba, el pasado año.  

Entre los sitios imperdibles para el visitante destacan: el Museo de Historia Natural; la iglesia de San Fulgencio, que data del año 1820; la mansión neoclásica que contiene el Museo de Arte, donde se atesora una gran colección de obras de los siglos XIX y XX; y el Museo de Historia Municipal, sede de proyectos culturales, charlas y actividades dirigidas a la comunidad.

Cercanas a Gibara se localizan las playas Caletones y Los Bajos, atractivo que se suma a la acogida de los gibareños, pueblo de gran hospitalidad. Allí se propicia, además, el ecoturismo con excursiones a los Tanques Azules en la playa Caletones, paseos en bote por el río Cacoyugüín hasta su desembocadura en la bahía y visitas a la famosa Cueva de los Panaderos.

 Y no es posible dejar de mencionar al Festival Internacional de Cine, hito cultural de la villa. Instaurado por el realizador Humberto Solás, su primera edición tuvo lugar en el año 2003, bajo el nombre de Festival Internacional del Cine Pobre. Hoy, el evento ha cambiado su nombre pero no sus valores originales; y continúa las diversas vertientes de este arte audiovisual.

El turista nacional o extranjero encontrará en Gibara varias instalaciones de hospedaje, donde destacan los hoteles patrimoniales Ordoño, Arsenita y Plaza Colón, además de casas familiares y acogedores hostales. Numerosos restaurantes privados (paladares), el Bar La Loja y el Centro Recreativo Cultural Siglo XX contribuyen a la vida gastronómica y de ocio, en esta ciudad marcada por la brisa de su malecón y el eco de las puestas cinematográficas.

 

 

Comentarios

El 1 de Octubre de 2023 a las 11:09 Virgilio Paz Romero comentó:

Cuando Cuba se libere de la tiranía socialista, entonces será bella para todos, no solo para los turistas con dólares.

Recibir notificaciones