Reconocen al son cubano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Reconocen al son cubano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Una maravilla en los Jardines del Rey: Playa Pilar
Descubre esta excursión a un tesoro natural de Holguín: Cayo Saetía
Hotel Gran Muthu Rainbow arriba a su quinto aniversario
11 dic. La práctica tradicional del Son cubano ha sido incluida en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. La decisión fue adoptada durante la 20ª sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en Nueva Delhi, reconociendo esta expresión como un pilar fundamental de la identidad cultural cubana y afrocaribeña.
Sonia Pérez, presidenta del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, señaló que la inscripción honra la creatividad, la memoria colectiva y la vitalidad de las comunidades que han mantenido viva esta tradición. Subrayó que el reconocimiento visibiliza una práctica que ha sido transmitida oralmente durante generaciones y fortalece los esfuerzos de salvaguardia mediante la documentación y el apoyo directo a sus portadores.
El Son es una manifestación artística integral que combina canto, instrumentación, ritmo y movimiento de baile. Surgido en las zonas rurales del oriente de Cuba, desciende a las ciudades a finales del siglo XIX y se expande internacionalmente a partir de la década de 1930 gracias a agrupaciones emblemáticas como el Trío Matamoros y el Septeto Nacional. Su estructura musical alterna una voz solista que improvisa con un coro que responde, especialmente en la sección del montuno, creando un diálogo musical distintivo.
Figuras históricas como Benny Moré, Compay Segundo e Ibrahim Ferrer, así como el fenómeno global del Buena Vista Social Club en los años 90, han sido cruciales para su difusión mundial. La canción "Chan Chan" de Compay Segundo se convirtió en un ícono internacional de este género.
La práctica involucra diversos roles sociales y artísticos, desde cantantes y bailarines hasta compositores y constructores de instrumentos tradicionales como el tres. Se transmite tanto en entornos familiares y comunitarios como a través de la educación formal en escuelas y centros culturales, fomentando la cohesión social, la creatividad y un fuerte sentido de pertenencia e identidad.
Con esta inclusión, el Son se une a otras tradiciones cubanas ya reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial, entre las que se encuentran la Tumba Francesa, la Rumba y los conocimientos de los maestros del ron cubano. La declaración reafirma el compromiso de Cuba con la protección y promoción de sus raíces culturales más auténticas.