Sitios Ramsar: preservando los valores naturales del archipiélago cubano

Sitios Ramsar: preservando los valores naturales del archipiélago cubano

14 ago. Establecida en el decenio de 1960, entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente degradación de los humedales, la Convención Ramsar es el más antiguo de los acuerdos internacionales sobre el medio ambiente que se mantienen en vigor. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 (de ahí su nombre) y comenzó su funcionamiento en 1975. 

Cuba se unió a los Países Contratantes de la Convención en el año 2001. Hoy, la Mayor de las Antillas cuenta con las siguientes 6 áreas designadas como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar), con una superficie de 1 188 411 hectáreas, lo cual ratifica el alto valor de los ecosistemas en el archipiélago y su importancia para la preservación de especies de la flora y la fauna.

  •  Ciénaga de Zapata (reconocida como Sitio Ramsar en 2001)

Al sur de la provincia de Matanzas, la Ciénaga de Zapata constituye el humedal más grande y mejor conservado del Caribe insular, con el área de pantanos y marismas más extensa de Cuba y considerables extensiones de bosques. Se reconoce como distrito fitogeográfico debido a su particular flora, y sirve de hábitat a más de 200 especies de aves, fundamentalmente migratorias.

Existen 19 comunidades que basan su economía en la actividad forestal, la pesca y el turismo. Hoy la Ciénaga de Zapata es uno de los destinos de naturaleza de mayor relevancia en Cuba, donde son muy afamados el Centro Turístico de Guamá, el criadero de cocodrilos, la laguna del Tesoro y los puntos de buceo en Playa Larga, Playa Girón y Caleta Buena.

  • Ciénaga de Lanier y sur de la Isla de la Juventud (2002)

Situada también en la región occidental de Cuba, alberga varios biotopos o áreas de condiciones ambientales uniformes, entre los que destacan el bosque semideciduo, la laguna arrecifal, placeres de pastos marinos, manglares y herbazales de ciénaga. Asimismo, existen evidencias de las culturas precolombinas, y habitan allí numerosas especies endémicas con categorías de protección. Entre ellas se cuentan la grulla, el catey, la perdiz, la cotorra, y el cocodrilo cubano -que ha sido reintroducido para su conservación-. En la zona se ofrecen oportunidades educativas y de recreación para los visitantes, y funciona además como reservorio de agua dulce.

  • Humedal Delta del Cauto (2002)

Este complejo de estuarios, marismas y pantanos es el producto final del mayor sistema fluvial cubano (Río Cauto). Sus esteros, lagunas y zonas abiertas constituyen paisajes de singular belleza, y abundan las poblaciones de manglares con un relevante grado de conservación. El grupo mejor representado de la fauna es el de las aves con 105 especies, entre ellas el flamenco rosado, que utiliza el área para su reproducción.

Igualmente, abundan los reptiles como las iguanas, jicoteas, el cocodrilo americano y la lagartija de Virama. El delta del Cauto, en la provincia de Granma, es hoy uno de los sitios Ramsar cubanos menos modificados por la actividad humana.

  • Buenavista (2002)

Se localiza en la región central de la isla de Cuba, al norte de las provincias Villa Clara y Sancti Spíritus. Gran parte del área es territorio protegido, donde sobresalen los Parques Nacionales Caguanes y Santa María – Los Caimanes. El humedal posee importantes valores florísticos, faunísticos, paisajísticos, arqueológicos, espeleológicos y culturales. Bajo estrictos criterios de conservación, aquí se desarrollan la pesca comercial y deportiva, el uso forestal, el agropecuario (fundamentalmente la cría de ganado vacuno) y el turismo en los cayos Santa María, las Brujas y Ensenachos.

  • Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila (2002)

Abarca de la costa provincial, la zona marítima inmediata y los cayos adyacentes. Incluye dos acuatorios naturales: la Laguna de La Leche y La Redonda; y 6 áreas protegidas, de ellas 3 con categoría de refugio de fauna principalmente de aves migratorias, especies endémicas y en peligro de extinción. Por los valores de su plataforma marina, dentro del humedal se encuentra uno de los polos turísticos más conocidos del país (Jardines del Rey con los afamados cayos Coco y Guillermo) y es un importante proveedor de recursos pesqueros.

  • Humedal Río Máximo – Cagüey (2002)

Se trata de un área muy frágil desde el punto de vista ecológico. Formado por numerosos cayuelos en la desembocadura de los ríos Máximo y Cagüey (provincia Camagüey) constituye el mayor sitio de nidificación del flamenco rosado (Fhonicopterus ruber) en la región de las Antillas y el Caribe. Es además un refugio para muchas aves migratorias procedentes de Norte, Centro y Suramérica, y cuenta con una significativa población de manatíes, mamífero acuático en peligro de extinción (Trichechus manatus).

Allí, el río Máximo surca una zona de rocas calizas en extremo cristalizadas creando un bello cauce que por más de 350 metros forma piscinas naturales conocidas como “Los Cangilones” y utilizadas como sitio de recreación por los habitantes de la región y por viajeros amantes de la naturaleza.

Con la implantación de los protocolos Ramsar en dichos humedales, el Estado cubano gestiona estrategias para su conservación, que incluyen la creación de planes de manejo, el establecimiento de mejores zonificaciones urbanas y agrícolas, y el fomento de la investigación científica, entre otras acciones. Así, se protege uno de los más importantes recursos de la nación caribeña: su naturaleza, motivo de admiración tanto para locales como para quienes la eligen en sus viajes.