El histórico cementerio donde descansará Fidel

El histórico cementerio donde descansará Fidel

1 dic. En Santiago de Cuba, el cementerio bautizado con el nombre de Santa Ifigenia asume buena parte de la carga de historia que caracteriza a esta tierra, de lo cual es muestra su declaración como Monumento Nacional, el 19 de mayo de 1979, por su majestuosidad y valores singulares.

Allí, el primer enterramiento público aconteció el 22 de abril de 1868 y correspondió a una niña parda llamada Encarnación Ramos, lo cual fue seguido de innumerables inhumaciones que convierten al camposanto santiaguero en un referente del patrimonio funerario en Cuba.

Pero, más allá de su función social, ¿es esta necrópolis únicamente el sitio adonde nos dirigimos después de nuestro paso por la vida, o un espacio donde la leyenda y la historia se conjugan en piezas de granito y mármol?

Con más de 10 000 tumbas distribuidas en 9,4 hectáreas, el recinto lleva en sus entrañas a figuras que han dejado huellas en la esfera política, cultural, científica, intelectual y en otras ramas.

La historia quiso que la fecha de su fundación coincidiera con el inicio de las luchas por la independencia de Cuba, razón por la que en él reposan y se veneran los restos de figuras de nuestras gestas libertarias, entre ellos Carlos Manuel de Céspedes, quien fue trasladado allí luego de su trágica muerte en San Lorenzo, el 27 de febrero de 1874.

Cual imponente fortín se alza el Retablo de los Héroes, monumento de grandes que guarda como preciado tesoro a generales de la talla de Guillermón Moncada y Flor Crombet, y a otros oficiales y soldados de las contiendas de 1868 y 1895.

La mujer cubana, digno baluarte de nuestras gestas liberadoras, halló también su lugar en la necrópolis, en sepulcros que, aunque sencillos, llevan en sí la grandeza de féminas ilustres como Mariana Grajales, Dominga Moncada y María Cabrales, las dos primeras madres excepcionales y la tercera, fiel compañera que sintió como suyos los ideales de su amado Antonio Maceo.

¡Y qué decir del Mausoleo erigido a la memoria de José Martí!, que inaugurado el 30 de junio de 1951, tiene innumerables valores estéticos con un marcado simbolismo e inspirados en la vida del Maestro y Héroe Nacional.

A la riqueza patrimonial del camposanto se suman otras construcciones del siglo XIX e inicios del XX, donde tienen su morada personalidades representativas de diversas aristas de la sociedad, entre ellas Emilio Bacardí y Elvira Cape, impulsores de una buena parte del desarrollo cultural de la ciudad de Santiago de Cuba.

Las lápidas hacen perdurables en el recuerdo, también, los nombres de numerosos mártires de la causa revolucionaria. Nos llegan así a la memoria y el alma el ejemplo de la familia País García, con sus hijos Frank y Josué encabezando el glosario de jóvenes caídos por un mismo ideal, a los que se suman Pepito Tey, Tony Alomá, Otto Parellada, inmolados el 30 de noviembre de 1956, y los que enfrentaron las huestes del dictador Fulgencio Batista el 26 de julio de 1953.

Si de recordar hombres de honor se trata, no quedan atrás el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Monumento a los Caídos en Misiones Internacionalistas.

Todos esos elementos y las historias misteriosas enriquecidas por la oralidad y transmitidas de generación en generación, se unen indisolublemente para establecer un lenguaje común en este sitio que bien podría calificarse como “ciudad de muertos”, donde los vivos acuden para hacer perpetuo su recuerdo.

Esas visitas, a partir del próximo cuatro de diciembre, no serán solo para expresar la añoranza por el ser perdido y honrar a las notables figuras que hace tantos años allí descansan, sino también para rendir tributo al hombre que fue absuelto por la historia, aquel que una vez dijo llevaba en su corazón las doctrinas del Maestro.

Desde este venidero domingo, el camposanto santiaguero será un sitio de peregrinación para recordar al Comandante en Jefe Fidel Castro, cuyas cenizas serán sembradas en este lugar digno de héroes.

¡Ya viene Fidel a Santiago para descansar por siempre!, nuevamente en Santa Ifigenia se hará historia.