Santiago de Cuba, 42 años como Monumento Nacional

Santiago de Cuba, 42 años como Monumento Nacional

30 abr. Santiago de Cuba, segunda ciudad de la Mayor de las Antillas, llegará en junio al aniversario 42 de su reconocimiento como Monumento Nacional de la Nación Cubana, condición que reconoce el rico acervo patrimonial e histórico que distingue a esta villa.

Son muchos los elementos arquitectónicos, paisajísticos y culturales, que la distinguen y la honran, y que la hicieron acreedora de este galardón el 24 de junio de 1979. Ejemplo de preservación de la memoria, atesora un buen número de Monumentos Nacionales y Locales (entre los que se cuentan el Cementerio Santa Ifigenia, la casa natal de Antonio Maceo, el Museo Provincial Emilio Bacardí y el antiguo Ayuntamiento) y tres elementos declarados Patrimonio de la Humanidad: la Tumba Francesa la Caridad de Oriente, el Sitio Histórico Castillo del Morro San Pedro de la Roca y el conjunto de haciendas de las Primeras Plantaciones Cafetaleras en el Sudeste de Cuba.

Orgullo de sus moradores son también la Granjita Siboney y los monumentos que se erigen en la carretera de acceso hasta llegar al antiguo Cuartel Moncada, escenario de la epopeya del 26 de Julio, y las casas de cubanos insignes como José María Heredia y Frank País.

Fundada en 1515 por el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar, y con Hernán Cortés como primer alcalde, Santiago de Cuba acumula hechos e historias que la convirtieron en la primera capital de la isla hasta 1556. En su centro histórico se concentran las edificaciones del período colonial 1515-1898 y del lapso republicano 1898-1958, definidas por sus valores artísticos, ambientales, sociales y técnico-constructivos, que le acreditan la condición monumental a la zona.

No hay mejor sitio que el Parque Carlos Manuel de Céspedes, como primer anillo fundacional de la ciudad, para descifrar los secretos de la urbe rodeada de bellos paisajes donde conviven la arquitectura, las montañas de la Sierra Maestra y su cercana bahía. Cada lugar es especial y el pueblo se reconoce en sus entornos: muchas calles, paredes, viviendas guardan un pedacito de la historia porque allí “no hay una piedra que no haya sido pedestal de un héroe”, según expresó en una oportunidad Raúl Castro. 

Muchos la consideran un sitio mágico por la singularidad de sus espacios y sus calles empinadas o escalinatas que la dotan de una belleza única; también por el influjo de sus festejos populares que incluyen el carnaval más famoso de la isla. Asimismo, Santiago de Cuba suma a sus valores la idiosincrasia de su gente llana, alegre, solidaria, y generosa, mayor atractivo de esta ciudad caribeña.