Reabre el Gato Tuerto, simbólico bar habanero

Reabre el Gato Tuerto, simbólico bar habanero

4 may. Un singular centro nocturno reabrió sus puertas para recibir a quienes llegan a La Habana desde muchos rincones del mundo, sobre todo si son amantes de los ambientes bohemios y musicales: El Café Concert Gato Tuerto, gestionado por la Empresa Extrahotelera Palmares S.A. Con una ubicación estratégica muy cerca del Hotel Nacional de Cuba y del Malecón, el Gato Tuerto es un bar histórico que ha conservado todo su carácter y encanto, y sin duda uno de los polos musicales de la noche habanera.

Situado en la calle O entre 17 y 19, cuenta con un restaurante en el piso superior y en los bajos se encuentran el bar y club. Inaugurado en 1960, sus paredes se ambientaron con obras de pintores cubanos como Amelia Peláez, Raúl Acosta, Mariano Rodríguez, Luis Mariano Pedro, Alberto Falcón, Tomas Marai y Raúl Tapia.

Por su escenario han pasado las figuras más célebres de la bolerística cubana y también de su variante filin –castellanización del inglés feeling-, género musical cubano que surge en la década del 50 del siglo pasado. Nombres como César Portillo de la Luz, Elena Burke, Lino Borges, Omara Portuondo, Frank Emilio, José Antonio Méndez, Moraima Secada, Frank Domínguez y muchos otros han sido invitados de honor en el Gato Tuerto, brindando, noche tras noche, la mejor música cubana en vivo.

En el año 2001, la casa acogió el desarrollo de “El bolero más largo del mundo”, con 76 horas de duración ininterrumpidas. En ese evento participaron 498 cantantes, quienes interpretaron 2.175 canciones; la memorable jornada se prolongó desde el 21 hasta el 25 de junio y que fue avalada por los Guinness World Records.

Hoy, el Gato Tuerto vuelve a consagrarse como un  importante punto de reunión para artistas, jóvenes talentos y el público ansioso de encontrar, en la intimidad de sus espacios, la tradición musical que tanto atractivo da a las noches habaneras. 

Incluso el dramaturgo y poeta Virgilio Piñera escribió en una ocasión que en el Gato Tuerto hay “una noche dentro de la noche”. Un sitio ideal para apreciar desde otro ángulo la vida nocturna de La Habana.