El excepcional valor de Viñales, Cuba

El excepcional valor de Viñales, Cuba

19 jun. Ciencia, turismo, sociedad y economía convergen en el Valle de Viñales, uno de los escenarios más destacados de la geografía cubana, ubicado en la región occidental del archipiélago. Este sitio ha acumulado numerosos reconocimientos a lo largo de los años: fue declarado Área Protegida en 1976, Monumento Nacional en 1978, Paisaje Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1999 y Parque Nacional por el Consejo de Ministros en 2000. Estas distinciones reflejan su valor excepcional, como suelen destacar los guías especializados que acompañan a los visitantes en sus recorridos por el valle, sus pueblos y plantaciones. 

La historia de Viñales como destino turístico se remonta a los años 20 del siglo pasado, cuando el pintor cubano Domingo Ramos Henríquez lo dio a conocer internacionalmente a través de sus obras. Allí, el paisaje cautiva por el intenso verdor de su vegetación, la intimidad de su entorno y por albergar las plantaciones del mejor tabaco del mundo, cuyas hojas se utilizan para elaborar los famosos habanos cubanos. El acceso resulta sencillo desde La Habana, con un viaje en coche de aproximadamente dos horas por la autopista nacional.

Entre las actividades más populares en el destino se encuentran las caminatas por senderos ecológicos cuidadosamente diseñados. Uno de los más frecuentados es el llamado Del Mirador al Valle, que parte desde las áreas del hotel Los Jazmines. Desde este privilegiado balcón natural, los visitantes pueden contemplar una vista panorámica del valle que muchos fotógrafos buscan capturar.

El valle abarca 132 kilómetros cuadrados dentro de la Sierra de los Órganos. Su compleja geología presenta formaciones de rocas calizas, pizarras, esquistos y areniscas, con los característicos mogotes como elemento distintivo del paisaje. Estos imponentes montículos cubiertos de vegetación, donde destaca la palma real (árbol nacional de Cuba), crean una combinación cromática que fascina a los amantes de la naturaleza; y muchos de ellos albergan sistemas cavernarios impresionantes. Con aproximadamente 11 kilómetros de largo y 5 de ancho, el valle cuenta con tres establecimientos hoteleros de prestigio: Los Jazmines, La Ermita y el Rancho San Vicente. 

Destaca también el Mural de la Prehistoria, obra del científico y pintor cubano Leovigildo González Morillo (discípulo del mexicano Diego Rivera), representa sobre la superficie de un mogote las diferentes etapas evolutivas de la humanidad. Además del mencionado sendero Del Mirador al Valle, existen otras rutas que permiten a los visitantes acercarse a los mogotes, interactuar con los campesinos locales y disfrutar de comidas tradicionales en sus hogares.

Las autoridades cubanas mantienen un cuidadoso equilibrio entre la protección ambiental y el desarrollo turístico en áreas como Viñales. Elvis Milián, coordinador del programa de turismo sostenible del Centro Nacional de Áreas Protegidas, explicó a Prensa Latina que el modelo de gestión incluye monitoreo constante de los senderos, con apertura o cierre de rutas según las condiciones ambientales; y las áreas protegidas cuentan con planes de manejo específicos que regulan las actividades permitidas.

Un hito reciente fue la declaración en 2021 del primer Geoparque cubano en Viñales, que destaca por su patrimonio geológico representado en 57 geositios (10 de valor internacional, 23 nacionales, 18 regionales y 6 locales). Los geoparques, concepto surgido en Europa en los años 90, integran protección, educación y desarrollo sostenible en territorios con singularidades geológicas. El relieve cárstico de Viñales, con sus característicos mogotes, representa una formación única en Cuba y poco común a nivel mundial, con similitudes solo en algunas zonas de China y Vietnam.